Norberto Chaves: “La cultura como tecnología de la comunicación”

Por tercer año consecutivo, Norberto Chaves se presento en Córdoba, en una jornada cargada de enseñazas, anécdotas y mucho humor que hizo del encuentro un momento agradable y reconfortable para todos los asistentes. La disertación en esta ocasión fue presentada bajo el nombre de “La Cultura como tecnología de la comunicación” y fue llevada a cabo en la Biblioteca Córdoba el pasado sábado 21 de agosto.

La mañana arranco con una introducción sobre la comunicación y la cultura, donde el académico daba su punto de vista y nos decía que “comunicar la cultura es una contradicción ya que cultura es comunicación y la comunicación es cultura”.

Interesante fue el planteo que realizaba de una cultura “objetiva” y otra “subjetiva”, donde la diferencia radicaba que el ciudadano de a pie es ajeno a la cultura, para este la cultura es “objetiva”.

Otra punto importante en esta primera parte fue el modo en que se trata la cultura actualmente, donde esta es tomada como un “objeto”. Afirmaba que el mero consumo de objetos culturales no aumenta la cultura general de la población, ya que la cultura no se adquiere por fricción ni por osmosis, y que deben ocurrir otras cosas para que ese consumo produzca cultura.

Expresaba que “solo adquiere cultura aquel que ya la tiene”, siendo un proceso sistemático que no tiene un punto de partida. “El niño es el mejor aliado de la educación, aunque no todos los niños tienen la misma opción de incorporar las matrices culturales, en un momento dado ya es tarde de adquirir, solo se puede estar en contacto”, sentencio Chaves.

Con respecto a la comunicación, pronunciaba que “esta no es un ping – pong” y que hay un desdoblamiento entre esta y la cultura. “La cultura es la comunicación en estado de reposo y la comunicación es la cultura en movimiento”, afirmaba, para continuar con su disertación haciendo hincapié en el avance a pasos agigantados del proceso de “incomunicación”, y sobre la versión simplista de la comunicación y la cultura que ha invadido a los especialistas. Sobre este tema hacia referencia a la imposibilidad de enseñar comunicación a gente que no sabe de comunicación.

Sobre la cultura, ampliaba que esta no es un acto de consumo, si no que por el contrario, la cultura es un acto de construcción, de re construcción, donde esta experiencia cultural produce felicidad en todos aquellos que la viven como tal.

Comentaba sobre la “cultura subjetiva” y como el arte es algo que produce algo en uno, y no es lo que solamente esta ahí.

Para cerrar la primera parte de la mañana, Chaves se refería a las noticias como destructivas, donde recomendaba que “no hay que escuchar las noticias”, haciendo la diferencia entre ser un habitúe seguidor de lo noticioso o estar informando inteligentemente, matizando el comentario con anécdotas ilustrativas y buenas dosis de humor.

La segunda parte matutina, comenzaba con preguntas abiertas de los asistentes al orador, despejando dudas que quedaran sobre la primera parte. Luego de las preguntas, se adentraba en el terreno del “consumo”, donde la vocación es comprar, no tener, y los que solo desean tener son utópicos. “El consumismo lleva a recibir todo hecho, lo cual produce la perdida de la capacidad creativa”, explicaba Chaves a la audiencia.

Ilustraba sobre que había estado observando un programa donde se competía en baile y el exhibicionismo que se mostraba en el, haciendo la diferencia entre que “una cosa es el erotismo y otra la vulgaridad”.

Sentenciaba sobre la pérdida de autonomía del país, en el nombre del progreso y como hasta los museos habían entrado en el círculo del consumo.

A los comunicadores les hablaba sobre sus responsabilidades como tales y la importancia de encontrar una “grieta” donde trabajar con responsabilidad, conocer los objetivos del contexto o de su empleador, y sobre todo estar pensando permanentemente y hacerse de un ojo clínico para encontrar y saber que posibilidades tiene la “grieta”.

Para cerrar la mañana nos decía que “la responsabilidad del comunicador es quedar bien con Dios y con el diablo ya que necesita de ambos” y que “los únicos coherentes son los hijos de puta” haciendo referencia a que el buen profesional y persona siempre es incoherente en alguna parte de sus acciones o discursos.

Por la tarde comenzaba la segunda y ultima parte de la jornada, en esta instancia Chaves marcaba que sobre las sociedades que no separan lo bueno de lo malo están notablemente en decadencia.

El diseño gráfico y lo diseñadores tuvieron también su momento, cuando se refería a la “calidad de gráfica genérica” y la “cultura gráfica”. Aunque pareciera obvio, Chaves decía a los presentes que “si eres diseñador gráfico, debes saber de diseño gráfico”, apuntando a la especialización en el rubro que cada profesional eligió para desarrollarse.

La disertación continuaba apuntando a los profesionales, cuando les decía que “deben despojarse del prejuicio de una cierta vanguardia que excede las convenciones” y “comprender la cultura sin dogma”, como un compromiso de gran envergadura para el profesional.

Al comunicador le recomendaba ser políglota ya que debe saber muchos lenguajes para después administrar los mensajes correctamente.

Cuando se acercaba el final de la disertación de Norberto Chaves, los oyentes recibían de el una serie de conejos para su desarrollo profesional incitándolos a “formarse y aprender como si la utopia estuviera por suceder”, ser siempre “autoexigentes” y acercarse a la literatura, ya que la misma ayuda a la semántica.

La estética corporal tuvo también su momento con divertidas anécdotas personales de Chaves, llevando un mensaje bien claro y marcado tanto para el ámbito personal como profesional.

Para el cierre de la disertación se dirigía a los presentes diciéndoles; “tu trabajo es una función social, hacer bien lo que uno hace profesionalmente es el primer rol social que hay que cumplir a la perfección”.

Con una nueva ronda de preguntas abiertas por parte del público concluía la exitosa jornada.

Nuevamente Norberto Chaves brindo una conferencia de primer nivel para los afortunados presentes que decidieron asistir al evento, llevándose como premio un discurso rico en aprendizaje, consejos, anécdotas, humor y sobre todo con mensajes disparadores que obligan a pensar y plantearse aspectos importantes sobre la cultura, la comunicación y el desempeño profesional y personal, que no siempre se encuentran en este tipo de eventos.

Por: Marcelo A. Salla